Vanessa Vallejo Henao
Cementerio San Esteban
La historia de los cementerios comienza de la siguiente manera: en el sitio donde actualmente se encuentra la Torre de Chipre que es el Parque del Observatorio es construido a partir de 1850 por parte del primer cura párroco de Manizales, presbítero Bernardo José Ocampo Giraldo un pequeño cementerio, en el cual el día 28 de febrero de ese mismo año se entierra el primer cadáver de un manizaleño que correspondía a la niña Maria Antonia Bermúdez, hija de Ambrosio Bermúdez y Maria de Jesús Carvajal, convirtiéndose en la primera inhumada en ese cementerio.
El pequeño cementerio
funcionó hasta 1868 cuando el cura presbítero José Joaquín Baena decide en
compañía de los pobladores de la ciudad, construir un cementerio más grande.
Éste cementerio se
construiría en el sector de la Avenida Cervantes, que en esa época se le conocía
así a lo que hoy es la Avenida Santander. Justo en frente de la Clínica de La
Presentación donde hoy está ubicado el Barrio Lleras.
El cementerio fue inaugurado
con el primer inhumado que fue el niño Basilio Escobar, hijo de Andrés Escobar
y Mercedes Jaramillo. Enterrado en 1868. El cementerio se siguió construyendo y
funcionaría hasta el año 1930.
“Confesamos con dolor que el
actual lugar donde se entierran nuestros muertos no es una honra para la ciudad
y que en el más humilde villorrio se tienen más cuidados con los allegados que
desaparecen del mundo de los vivos” dice Don Luis Londoño en su libro Historia
de Manizales publicado en 1924 con motivo de los 75 años de Manizales sobre
éste cementerio.
Por ende, hacia 1923 el día
17 de Junio, el segundo Obispo de Manizales Monseñor Tiberio de Jesús Salazar y
Herrera decide colocar la primera piedra del actual Cementerio San Esteban. Desde
ese mismo año, se comienzan a trasladar los restos óseos de los cadáveres que
se encontraban en ese segundo cementerio. El traslado finalizaría hacia la
primera década de los años 40 cuando ya entra en funcionamiento como tal el
campo santo.
Cuentan muchas personas que
viven en el barrio Lleras que cada casa tiene un fantasma propio, eso es
parte del mito popular que se creó
porque a raíz de la traslación de los
restos de ese segundo cementerio hacia el cementerio San Esteban muchos
quedaron enterrados. Después con los años se construyó éste barrio y muchos de
los restos quedaron ahí debajo de esas casas.Texto Dada
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frente hoy.
HAIKÚ
En la soledad
se reviven los muertos
desde sus tumbas
Con los parientes
ofreciendo palabras
con la tristeza
Un cementerio
con almas encerradas
día tras día
Collage
Fotos del presente
Panóptico
El
cementerio San Esteban como la sociedad también está dividido en clases
sociales. En la parte superior están los mausoleos que representan la
clase alta; en la mitad se ven las tumbas con lápidas bien arregladas y
decoradas representan la clase media; las tumbas que a duras penas
tienen el nombre del cadáver y también los NN representan la clase
baja.
El
cementerio no tiene cámaras, solo cuenta con 10 sepultureros y dos
vigilantes. Es por esto que soledad en el campo santo se siente a gran
nivel. Los personas van a ese lugar a visitar a sus familiares difuntos,
algunos de ellos van con algo de susto e inseguridad por
los inconvenientes que se han vivido antes como robos de órganos a los
cadáveres, atracos a visitantes, rituales satánicos, etc.
En el panóptico también pueden ir incluidos los mismos cadáveres pues ellos también vigilan desde donde estén.
En el panóptico también pueden ir incluidos los mismos cadáveres pues ellos también vigilan desde donde estén.
Objetos
Experiencias
En el cementerio cada quien vive su experiencia a su manera. Los muertos la vivirán quizá con tranquilidad o soledad como también pueden sentir miedo por aquellas personas que abren sus tumbas y se roban sus órganos. En cambio, los familiares que van a visitar a sus familiares o amigos difuntos van a regalarles lágrimas, rezos, palabras o puede ser que simplemente callen y vayan a recordar viejos momentos. Los empleados que trabajan en el cementerio, pueden tener varias experiencias con cada uno de los muertos y a lo mejor tendrán mucho por contar.
Símbolos
Los símbolos del cementerio San Esteban son principalmente las lápidas, las cruces, los lugares destinados para realizar oraciones, los mausoleos antiguos en los cuales están enterradas las familias adineradas de la ciudad en tiempos pasados.
Estos símbolos son los que hacen que el cementerio tenga características tan particulares, ya que esos objetos solos están en él. La soledad también cuenta como símbolo para algunos difuntos, pues nadie los visita y están completamente olvidados.
El olor a cadáver también es importante resaltarlo, pues no en todos los lugares huele así. Es un olor desagradable, característico del cementerio.
El olor a cadáver también es importante resaltarlo, pues no en todos los lugares huele así. Es un olor desagradable, característico del cementerio.
Fotos Detalle
Si este lugar fuera mi casa...
El patio de mi casa puede relacionarse con el cementerio porque es calmado y silencioso. En él se escucha levemente el ambiente, los sonidos que hacen los animales; además se oyen los carros y las voces de las personas.
Se relacionan porque en el patio como en el cementerio hay flores. En el patio son flores que mi mamá siembra a veces y en el cementerio son las flores que los familiares o amigos van a llevar a los cadáveres. Además de zonas verdes, hay tierra, silencio y diversos sonidos ambientes.
En los dos lugares las personas interactuan por medio de palabras, murmullos, gestos o pensamientos.
usted por casualidad sabe de un nombre de un cementerio que hay en la ciudad de manizales que es de una comunidad religiosa
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